Hay series que no te atrapan desde el primer capítulo. A veces el ritmo es tan pausado que cuesta entender hacia dónde va la historia. Pero si les das una oportunidad, terminan convirtiéndose en auténticas joyas. Estos 10 animes arrancan despacio, pero cuando finalmente despegan, valen cada minuto invertido.
10. Hitman Reborn!

El comienzo de Katekyo Hitman Reborn! Puede parecer una comedia escolar con un protagonista torpe y situaciones absurdas, pero poco a poco se transforma en un shonen de batallas espectacular. Cuando entra el arco de los Varia, el tono cambia completamente y la serie revela su verdadero potencial. Un ejemplo perfecto de cómo un anime puede evolucionar de lo simple a lo épico.
9. Fate/Zero

El primer episodio dura casi una hora y muchos lo sienten pesado, pero todo tiene sentido después. Fate/Zero construye su mundo con calma, presentando a cada Servant y Master antes de que empiece la acción real. Cuando la guerra del Santo Grial arranca, la serie se convierte en una de las más intensas y visualmente impresionantes de su género.
8. Anime: Black Clover

Los primeros capítulos son un maratón de gritos de Asta y misiones básicas. Pero si aguantas, Black Clover se convierte en uno de los shonen más consistentes de los últimos años. La animación mejora, los personajes evolucionan y las batallas mágicas llegan a niveles espectaculares. Es un caso clásico de «se pone buenísimo después del episodio 50».
7. Rurouni Kenshin

El inicio de Rurouni Kenshin es tranquilo, casi costumbrista, centrado en las aventuras del espadachín vagabundo y su nueva vida en Tokio. Pero cuando llegan los arcos de Shishio y Enishi, el tono cambia completamente: drama, acción y filosofía sobre la redención y la violencia. Un clásico que florece con el tiempo.
6. Clannad

A primera vista parece una comedia romántica más, con momentos lentos y capítulos escolares. Pero si sigues hasta Clannad: After Story, la historia se transforma en una montaña rusa emocional. Lo que parecía un slice of life ligero termina siendo una de las narrativas más conmovedoras del anime.
5. Sword Art Online

El concepto de quedar atrapado en un videojuego suena prometedor, pero los primeros episodios se sienten algo apresurados y confusos. Sin embargo, a medida que la serie avanza, Sword Art Online encuentra su ritmo y desarrolla temas sobre identidad, trauma y conexión humana dentro de lo digital. Su crecimiento visual y emocional es notable.
4. Yu Yu Hakusho

El clásico de los 90 inicia con una trama extraña sobre un chico que muere salvando a un niño, pero el verdadero poder de Yu Yu Hakusho aparece cuando llegan los torneos y las batallas espirituales. De una historia sobre fantasmas pasa a ser uno de los pilares del shonen, con peleas memorables y personajes que se quedan contigo.
3. Anime: Cross Ange

El primer episodio de Cross Ange puede desanimar a muchos: drama, violencia y un tono incómodo. Pero cuando la historia se estabiliza, se convierte en una serie de mechas y fantasía brutalmente buena, con desarrollo de personajes, giros argumentales y una protagonista que evoluciona más que nadie. Es una joya escondida.
2. Anime: The Dangers in My Heart

Al principio parece una típica comedia romántica sobre un chico antisocial y una chica popular, pero The Dangers in My Heart crece con una sensibilidad única. A medida que la relación entre Kyotaro y Anna se desarrolla, el anime pasa de ser un slice of life curioso a uno de los romances más tiernos y realistas de los últimos años.
1. Anime: Symphogear

La primera impresión puede ser caótica: chicas con trajes musicales, canciones en medio de batallas y una mezcla rara de géneros. Pero Symphogear se reinventa constantemente y mejora con cada temporada. Lo que comienza como algo extravagante termina siendo una epopeya emocional y explosiva, con una banda sonora inolvidable.
Algunos animes necesitan tiempo para mostrarnos su mejor versión, y estos diez son la prueba de que la paciencia puede ser recompensada con algo espectacular. Así que si uno de ellos te pareció lento al principio, tal vez solo te falta llegar al momento en que brilla.