Fast RMX no es el videojuego más conocido del ya amplísimo catálogo de Nintendo Switch, pero puede mantener una mirada firme a la hora de considerarse como una de esas pequeñas joyas digitales que encierra la tienda digital de la consola, y que se suma a la lista de aquellos indies cargados de ambición.
El juego es una versión definitiva de Fast Racing Neo, una pequeña gema del catálogo y mejor representante del género de carreras de naves de alta velocidad; esta versión supone una ampliación de contenido de aquel juego, con un nuevo nombre y una gran labor técnica por parte de Shin’en Multimedia, desarrolladores second party de Nintendo que, aunque no son muy conocidos, llevan ya a sus espaldas varios títulos y años de experiencia en el sector, siendo Fast RMX uno de los mejores de su trayectoria.
Tráiler de Fast RMX para Nintendo Switch
Jugabilidad de Fast RMX
Estupenda. Considero que tiene todo lo que un fan del género debe esperarse ante un gran título. Un videojuego que busca ante todo divertir, priorizando la sensación de estar ante algo arcade, un divertimiento de sesiones cortas, pero intensas o agarrando al jugador en sesiones largas: por supuesto, en su dificultad más alta (Hyper Sonic) estamos ante un hueso duro de roer, que solo podrá superarse con memorización, buenos reflejos, algo de suerte y práctica que se traduce a varias horas de juego.
Aquí, a diferencia de Wipeout, no tenemos objetos ni armas: Sus circuitos no son tampoco muy complejos, se priorizan las rectas, y no están exentos de obstáculos, como hélices enormes, divisores de caminos o incluso robots gigantes que caminan por la carretera. La clave será saber cuando utilizar nuestro turbo, administrarlo y saber volar bien con nuestra nave. También deberemos recoger algunas esferas de luz que nos darán energía para realizar turbos.
La característica más distintiva de Fast RMX es el sistema «Ikaruga«: Nuestra nave tendrá 2 colores que iremos cambiando; azul y naranja, si tenemos el color contrario a las plataformas de aceleración, seremos penalizados perdiendo gran velocidad, y si llevamos el color correspondiente, tendremos una aceleración extra: Prepárate a dominar esto, pues será imprescindible para ganar, y para evitar embestidas de rivales.
¿Lo mejor de todo? Que no falta ese frenetismo y esa tensión imprescindible en los buenos juegos de este género, capaz de que llegamos a sentir miedo por cualquier mala maniobra que nos separe de la victoria, o que veamos los siguientes circuitos como amenazas o peligros que afrontar para alcanzar la gloria.
Contenido de Fast RMX
Una muestra más de que con Fast RMX estamos ante un indie bastante ambicioso en su concepción es en su contenido, bastante generoso, y aún más para esta versión, a la que se le añadió pequeñas mejoras en su multijugador online y un modo Time Attack para 1 jugador, recomendable para memorizar los 36 circuitos que componen el juego, todos ellos con ambientaciones diferentes: tenemos lugares helados, estaciones aéreas, sendas en el espacio, varios desiertos y bosques… Una gran variedad, aunque en algunos casos, algunos son remix de otros en su concepción.
Las carreras en Fast RMX serán de 10 naves simultáneas, teniendo 15 naves en total con diferentes parámetros, la gran mayoría requiriendo de desbloqueos en el modo Championship, donde habrá 12 copas por conseguir y 3 niveles de dificultad, cada copa, compuesta por 3 circuitos, haciendo que jugar una copa nos lleve normalmente unos 10 minutos o menos. Puro arcade.
Al Time Attack y el Championship de modos principales le añadimos Hero Mode, donde nuestra nave compartira barra de turbo con barra de vida; si esta queda a 0 o salimos de la pista, moriremos y empezaremos las carreras individuales desde el principio. El modo ideal para los ya experimentados.
El remate viene con el imprescindible multijugador, tanto online como local, siendo posible hasta 4 jugadores en una misma máquina y con pequeñas posibilidades de personalización.
También podremos mapear los botones del mando: en lo personal, recomiendo utilizar el botón L para el cambio de color de la nave en carrera en lugar del botón X que es por defecto, igualmente, siéntete libre de configurar los botones como te resulte más cómodo. Además, tendremos la posibilidad de hacer pequeños cambios gráficos para nuestra partida.
Apartado técnico, visual y sonoro de Fast RMX
Fast RMX fue uno de los primeros videojuegos de la consola: Salió en 2017, en aquellos meses en que Breath of the Wild era el principal reclamo para adquirir la Nintendo Switch. Y aún con esa condición y siendo un indie, el juego luce realmente bien, con 60 fps constantes incluso en portátil, y luciendo mucho sus 1080p en algunos escenarios más abiertos como los desérticos; la sensación de velocidad nunca decae, te atrapa y emociona. Eso sí, hay un pequeño sacrifico: Fast RMX consume más batería que otros juegos del catálogo, nada alarmante y completamente solventado jugando en sobremesa, pero sí que merece mención.
Sin desmerecer la música que acompaña a las carreras, sí considero a la banda sonora del juego un escalón por debajo en comparación a sus gráficos. Se basa principalmente en música electrónica, algo acorde al mundo futurista que trata de llevarnos el juego, pero, a pesar de cumplir con la tensión que supone encabezar la carrera a contrarreloj, no brilla tanto con luz propia.
Visualmente, poco que decir; unos escenarios que, aunque en muchos casos recuerdan a alguno de Wipeout o F-Zero (tenemos un claro homenaje a Fire Field, con un circuito férreo a pocos km de la superficie de lava, o alguno que recuerda a Big Blue de un simple vistazo), hay que admitir que estamos ante otros de personalidad, como Scorpio Mine o Tepaneca Haze, una estación voladora nocturna donde estaremos en el aire en algunos tramos. Otros, menos futuristas, también logran su función, algunos llegando a manchar nuestra pantalla con gotas de agua al tener charcos en su recorrido.
En cuanto a las naves, aquí se nota más la inspiración a Wipeout, he echado en falta algunos desbloqueables que me hiciesen sentir más mía la nave que piloto, algunos colores secundarios o pegatinas, pero tampoco es un error tan grave. Eso sí, a falta de pilotos, algún apartado con algún pequeño texto hablando de las marcas de estas naves hubiese estado genial para dar algo más de singularidad al mundo que ofrece el juego.
Conclusiones
Fast RMX no es solo la mejor versión disponible del que ya fue uno de los indies tapados de la malograda Wii U, es también todo un imprescindible para los amantes de carreras de naves de alta velocidad. No esperes una copia exacta de F-Zero, mira con orgullo aquella franquicia protagonizada por Captain Falcon y a otros grandes a los que bebe, pero logra crear un camino propio y bastante ambicioso teniendo en cuenta de que no deja de ser un indie. Altamente recomendable para cualquier fan de este género. Como detalle, el juego cuenta con textos en inglés, pero ante la ausencia de historia, no resulta un problema grave.
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¿Has jugado a este juego de conducción de Nintendo Switch o a su derivado, Fast Racing Neo? No dudes en dejar tus impresiones u opiniones de estos títulos en los comentarios.