En un nuevo episodio de Gintama: 3-Z Ginpachi-Sensei, el anime hace una referencia a Gojo Satoru (Jujutsu Kaisen) y a All Might (My Hero Academia). El equipo decidió censurar sus rostros con barras oscuras. Lo hicieron porque Gintama es famosa por su humor de rompimiento de la cuarta pared. En estas escenas parodian otras series de Shonen Jump mientras fingen, en broma, evitar demandas o problemas de copyright.
Que Gintama, aun compartiendo editorial con Jujutsu Kaisen y My Hero Academia, decida “censurar” a sus propios personajes es una muestra clara de su humor. Esta autocensura funciona como una burla directa a lo estrictas y, en ocasiones, absurdas que pueden ser las reglas de derechos de autor y los permisos entre series. ¿Por qué ocultar rostros que todos reconocen? ¿Y qué revela este gesto sobre lo complicado que puede ser un guiño entre obras? Con simples barras negras, Gintama transforma la burocracia del copyright en un chiste impecable.
La autocensura de Gintama: Humor convertido en crítica a la industria

Aunque todas estas obras provienen de la misma editorial, cada una funciona como una propiedad independiente con reglas y permisos específicos, lo que convierte cualquier cruce en un proceso lleno de trámites internos. Gintama transforma esa burocracia en comedia: al colocar una barra negra sobre Gojo, deja claro que “todos sabemos quién es, pero finjamos que seguimos el protocolo”. Es una burla directa a la rigidez con la que se maneja la legalidad incluso cuando no hace falta.
Quienes hemos seguido Gintama durante años reconocemos enseguida este estilo. La serie siempre ha usado el absurdo y el rompimiento de la cuarta pared para exponer las rarezas de la industria. Esta autocensura no solo permite referenciar al personaje, también funciona como una crítica aguda a un sistema legal que parece más preocupado por formalidades que por el sentido común.
La sátira de Gintama como crítica al copyright

La parodia está legalmente protegida en muchos países, y Gintama aprovecha esa libertad llevando al extremo el miedo al litigio. El contraste entre lo evidente, todos reconocen a All Might, y la decisión absurda de censurarlo crea un efecto cómico inmediato. Esa exageración señala, de forma directa, el poder desproporcionado que pueden tener las leyes de copyright y cómo llegan a limitar la creatividad o impedir la convivencia natural entre obras. La escena funciona como una lección de meta narrativa donde la censura, en lugar de ocultar, revela el mensaje.
Gintama siempre ha destacado por su capacidad de referenciar sin pudor a otras series, incluso a las más populares. Ese atrevimiento forma parte de su identidad. La escena de censura mantiene viva esa tradición, burlándose de las reglas que intentan frenarla y demostrando que el ingenio puede superar cualquier restricción sin perder el espíritu irreverente que define a la serie.

El Veredicto
La «censura» de Gojo y All Might en Gintama ofrece una crítica divertida y aguda que la industria dirige hacia sí misma. También plantea que las leyes de copyright se han vuelto tan rígidas que el chiste consiste en fingir su cumplimiento incluso cuando no hace falta.
Sostenemos que este tipo de humor no solo hace reír a los fans veteranos, sino que educa a los nuevos sobre la riqueza de referencias del Shonen Jump y la burocracia que lo regula. Gintama demuestra que la forma más poderosa de crítica es la comedia.
¿Crees que otras series de Shonen Jump deberían ser más permisivas con los crossovers y las referencias internas para fomentar la cohesión entre los fandoms? Déjanos tu opinión en los comentarios.