El anime ha provocado muchísimas amistades, pero también muchas enemistades. El actor, productor y director de anime japonés, Shoji Kokami, entre sus diversos proyectos, da consejería de vida a los fans al puro estilo de Oprah o la infame señorita Laura.

Mantiene rencor con sus padres por tirar sus figuras de anime en la secundaria
En un reciente artículo que compartió a través de Asahí Shinbun Publications en donde aconseja el caso de un hombre de 53 años de edad, quién ha guardado rencor a su madre luego de que ella tirara sus artículos de otaku cuando él iba en el instituto. A continuación, conocerás esta historia.
Soy un otaku que ama el anime desde que estaba en la escuela primaria. Básicamente, me encanta el mundo 2D y estoy satisfecho si veo anime.
Tenía muchas ganas de usar el dinero que ahorré para comprar mis videos y figuras favoritas (en ese momento, era el único 3D que me gustaba).
Pero mi madre odiaba mi hobby. Seguía diciéndome: «Esos pasatiempos son vergonzosos, así que tíralos». Un día, en mi segundo año de secundaria, mi familia decidió mudarse. Envolví cuidadosamente todas las figuras y videos con plástico de burbujas y los empaqué en cartón.
Sin embargo, cuando llegué a mi nueva casa, los videos y las figuras ya no estaban. Cuando le pregunté a mi madre, ella respondió desafiante: «Tienes el examen el próximo año, no es el momento de continuar con ese pasatiempo». Mi padre le dijo a mi madre: «No lo tires, ¿verdad?». Fue tratado a la ligera.

Este hombre relata que hoy en día, tiene 53 años, vive con su familia, mientras que su afición por el anime aún continua, contrario a las palabras de su madre, por lo que en algún punto de su vida comenzó de nuevo su colección. El hombre consulta al actor ante la inminente vejez de sus padres y probablemente necesiten cuidados, pero él no sabe si ese rencor con el que ha cargado le permitirá ayudarlos cuando llegue el momento.
El actor aconsejó al hombre sincerarse con su madre, y una vez teniendo todo claro entre ambos, si aún continuaba con ese rencor incontrolable, entonces quizá no había nada que hacer.

¿Le dijiste a tu madre que «incluso ahora, cuando recuerdo ese momento, el recuerdo de la ira intensa en ese momento vuelve»? ¿Has sido honesto acerca de cómo te sientes, incluso a los 53 años, no puedes perdonarte a ti mismo? ¿Le dijiste que el padre que no pudo detener el comportamiento de su madre todavía no la ha perdonado?
Si estás hablando de eso a fondo, ya no tengo ningún consejo. Aun así, si el resentimiento no desaparece, no puedo hacer nada más que decir que no se puede evitar.
Si tus padres todavía están bien, creo que es probablemente tu última oportunidad. Si se hace necesario el cuidado de enfermería, sus padres no serán objeto de interrogatorio, sino objeto de protección.
Una historia peculiar, cuyo desenlace podría conocerse más adelante, pero por ahora solo nos queda pensar al respecto.