Tras los grandes tropiezos y una crisis de identidad muy severa que supuso Battlefield 2042, una de las sagas de videojuegos más importantes de todos los tiempos estaba en la cuerda floja. Al punto que pareciera que el título estrella de EA intentara ser más un Call Of Duty. Sin embargo, el recién estrenado Battlefield 6 hace une pico regreso, borrando las dudas y llenándonos de un frenesí y una dosis de acción que creíamos perdida. ¿Pero es solo nostalgia, o realmente han aprendido la lección? Lo analizamos tras decenas de horas en el campo de batalla.
Apartado Gráfico y Sonoro: Inmersión Técnica Brutal

El apartado visual es impresionante, sobresaliente, y tal y como anteriores títulos de la saga nos tenían acostumbrados. En un género donde a menudo se sacrifica la fidelidad por el rendimiento, Battlefield 6 logra un equilibrio asombroso, pudiendo ejecutar a la perfección en tarjetas gráficas muy antiguas y tener 0 problemas de rendimiento con un apartado visual sobresaliente. Los mapas gigantescos no solo se ven bien desde lejos; están llenos de detalles y texturas en 4K que resisten el escrutinio.
Aunque esto no es todo, ya que el apartado visual se complementa a la perfección con el sonoro, y podemos decir con claridad que Battlefield 6 se convierte en una obra maestra técnica. Esto no es solo “buen sonido”; es una herramienta táctica. Tras probarlo con auriculares 3D, podíamos escuchar con precisión el crujido de un edificio colapsando a nuestra espalda, mientras distinguíamos el tipo de rifle que disparaba dos calles más allá. Las balas zumban, los tanques rugen. Es, sin exagerar, la experiencia de audio de guerra más inmersiva que hemos jugado en un shooter en los últimos años.
Jugabilidad: El verdadero «Gunplay» de Battlefield ha vuelto

Este era el punto de quiebre. El anterior título, Battlefield 2042, nos había dejado un pésimo sabor de boca. El manejo de las armas se sentía «flotante», el control era errático y los errores nos hacían dudar seriamente de nuestra habilidad.
Battlefield 6 toma nota de toda esa retroalimentación y la ejecuta con precisión quirúrgica. El gameplay nos recuerda de inmediato a la era dorada de Battlefield 3 y Battlefield 4. El resultado es fenomenal, logra atraer a veteranos de la franquicia y a nuevos con gran facilidad, convirtiéndose en la única alternativa a la fórmula quemada de Call Of Duty.

El gunplay (la sensación al disparar) por fin tiene peso. El retroceso (recoil) de las armas se siente auténtico, no aleatorio, premiando a quien aprende a controlar su arma favorita. El Time to Kill (TTK) se siente balanceado, permitiendo enfrentamientos justos. En todo momento sentimos estar en una guerra real, donde cada bala cuenta y la posición táctica importa más que el movimiento frenético. La destrucción es otro pilar; ya no son solo fachadas que caen, sino edificios enteros que se debilitan estructuralmente, cambiando el flujo del mapa en tiempo real.
Es muy fácil perderse en las primeras horas viendo como cambian los mapas drásticamente por la destrucción que existe, no tenemos palabras para describirlo en profundidad, es una experiencia que tienes que experimentar.
Veredicto: El Rey del Multijugador ha Regresado

Battlefield 6 no es solo una disculpa por 2042; es una declaración de intenciones que el shooter más realistas está de regreso para quedarse con el primer puesto del mercado y ya ha eclipsado al último Call Of Duty. Es la prueba de que el estudio escuchó a su comunidad y entendió qué hace especial a esta franquicia: el caos controlado, el Call Of Duty. táctico y la escala masiva.
La campaña es un tropiezo que olvidaremos rápido, pero el multijugador es, sin duda, el sandbox de guerra definitivo que hemos estado esperando. Han traído la magia de vuelta.