Durante años, la policía de Night City no fue temida, fue objeto de burlas. En el lanzamiento original, el sistema de seguridad de Cyberpunk 2077 se convirtió en el símbolo más evidente de las promesas rotas del estudio: agentes que se teletransportaban mágicamente a tu espalda en callejones sin salida, patrullas incapaces de sortear un obstáculo simple y una inteligencia artificial que rompía cualquier intento de inmersión. Sin embargo, con la llegada de la actualización 2.0 y la expansión Phantom Liberty, la narrativa cambió por completo. La noticia detrás de este éxito técnico es tan sorprendente como reveladora: CD Projekt Red confirmó que el elogiado nuevo sistema de persecuciones está inspirado directamente en las mecánicas de Pac-Man.
La elegancia de lo simple frente al colapso técnico
Puede sonar absurdo que un título de ciencia ficción con un presupuesto multimillonario y tecnología de trazado de rayos haya recurrido a un arcade de 1980 para solucionar sus problemas. Pero, si analizamos el diseño a fondo, descubrimos que esta decisión no solo arregló el juego, sino que definió el verdadero «rescate» y la madurez del estudio polaco.
El fallo original de la policía en Night City no era por falta de potencia de procesamiento, sino por un exceso de ambición mal dirigida. Al intentar crear una simulación hiperrealista sin unos cimientos sólidos de gameplay, el sistema colapsaba ante la imprevisibilidad del jugador. La solución del equipo de diseño fue dejar de intentar simular la realidad y empezar a simular un videojuego funcional.
Aquí es donde la genialidad de Toru Iwatani (creador de Pac-Man) entra en juego. En el clásico de los 80, los fantasmas no te persiguen todos igual. Tienen roles: Blinky te persigue directamente, Pinky intenta emboscarte adelantándose a tu posición, e Inky usa una mezcla de tácticas. Cyberpunk aplicó esta misma lógica a las patrullas de la NCPD. En lugar de una IA omnisciente y confusa, ahora tenemos unidades con roles claros: un coche patrulla te presiona desde atrás (el agresor), mientras que otros vehículos calculan rutas alternativas para cortarte el paso en la siguiente intersección (los emboscadores).

Cyberpunk y el triunfo de la jugabilidad sobre la simulación
Este cambio de filosofía es crucial para entender por qué el juego se siente tan bien ahora. Al adoptar estas reglas «arcade», las persecuciones en Cyberpunk dejaron de ser frustrantes para volverse legibles y estratégicas.
Tras haber jugado más de 50 horas en la versión 2.0, la diferencia en la experiencia de usuario es abismal. Antes, cuando la policía aparecía, sentías que el juego te estaba haciendo trampa. Ahora, sientes que estás participando en un baile de «gato y ratón» de alta velocidad. Cuando ves un bloqueo policial más adelante o un coche intentando sacarte de la carretera, entiendes que la IA está ejecutando una táctica, no glitcheando. Esta previsibilidad estratégica paradójicamente aumenta la tensión: sabes lo que intentan hacer, y depende de tu habilidad al volante evitarlo. El juego te da las herramientas para entender la amenaza y reaccionar, creando un gameplay loop satisfactorio que antes era inexistente.

La humildad como herramienta de redención
Más allá de las mecánicas, este detalle es el símbolo definitivo de la redención de Cyberpunk. Durante el desarrollo inicial, el estudio parecía obsesionado con «reinventar la rueda» y empujar los límites técnicos hasta el punto de quiebre. Admitir que la respuesta a sus problemas más complejos no estaba en un algoritmo futurista incomprensible, sino en las reglas básicas de diseño de hace 40 años, demuestra una humildad técnica necesaria.
El estudio comprendió que la diversión (el fun factor) siempre debe estar por encima de la complejidad tecnológica. No importa cuán realistas sean los reflejos de neón en el asfalto mojado si la interacción básica con el mundo se siente rota. Al mirar al pasado para arreglar el futuro, lograron que Night City por fin se sintiera como un ecosistema vivo, peligroso y, sobre todo, justo con el jugador.

Veredicto: Cyberpunk es una lección para la industria
Si en algo estamos de acuerdo todos, nos guste o no el título, es en que Cyberpunk 2077 es un portento tecnológico hoy en día. Y en que el estudio detrás ha sabido cómo manejar los tropiezos iniciales del lanzamiento y las críticas que le llovieron. Sin embargo, esta noticia nos da la oportunidad de reflexionar sobre el rumbo de los videojuegos y su relación con el pasado.
A pesar de contar con la tecnología de punta y los inflados presupuestos en la producción, hay una ávida necesidad de mirar a las raíces y trasladar las mecánicas que hicieron populares a los juegos, pero a nuestro paradigma actual. Tal es el caso en Cyberpunk. Y es por eso, además del cariño y cuidado que se le dio a la continuidad del juego, que pasó de ser uno de los títulos más criticados de los últimos años, a un referente actual y un rotundo éxito en ventas.
¿Crees que otros desarrolladores deberían dejar de obsesionarse con el realismo y enfocarse más en mecánicas clásicas divertidas? Déjanos tu opinión en los comentarios.
