My Hero Academia (Boku no Hero Academia) ha tenido de todo: peleas intensas, lágrimas, traiciones, redención y hasta momentos incómodos. Pero algo que muchas veces se subestima es lo diferente que se siente esta serie cuando la vuelves a ver. Con el contexto completo y el desarrollo emocional de sus personajes, varios de sus arcos cobran un nuevo peso que quizá no vimos la primera vez. Estos son los 10 arcos que más impactan al volver a verlos y hacer una relectura emocional o un buen maratón.
10. El arco del Festival Deportivo
La primera vez que lo vimos, era fácil dejarse llevar por la emoción del torneo. Pero al volver a ver el Festival Deportivo, duele más. Cada palabra de Todoroki, cada reacción ante Endeavor, cada rechazo al fuego, toma un nuevo sentido cuando sabes todo lo que ha vivido. Es más que una competencia: es una lucha interna silenciosa. Y Deku dándole espacio para decidir su camino.
9. El arco de USJ de My Hero Academia
En su momento, el ataque al USJ fue la gran sorpresa de la temporada 1, el primer vistazo real a la amenaza de los villanos. Pero al revisarlo sabiendo lo que viene, se convierte en una sombra alargada que anticipa la tragedia. Shigaraki es un novato, sí, pero su odio ya es claro. Y All Might ya se está desmoronando. El principio del fin empieza aquí.
8. La Agencia Endeavor
Al inicio parecía solo una forma de desarrollar nuevas habilidades para Bakugo, Deku y Todoroki. Pero con el contexto de la familia Todoroki y la evolución de Endeavor, este arco se siente ahora como una terapia familiar disfrazada de entrenamiento. Ver cómo Endeavor intenta reconciliarse con su pasado, torpe, pero genuinamente, es doloroso y necesario.
7. Asesino de Héroes
Stain fue un villano que dejó marca, literal y emocionalmente. Al volver a ver su arco, su discurso ya no suena tan exagerado: muchos héroes realmente estaban en esto por fama o dinero. Y el hecho de que sus palabras inspiraran a villanos peores lo convierte en una especie de catalizador trágico. Fue el canario en la mina.
6. El arco de Shie Hassaikai
Este arco es difícil de ver incluso la primera vez, pero la segunda duele más. Todo gira en torno a Eri, una niña traumatizada a la que los héroes no logran salvar de inmediato. Y aunque hay una victoria, la pérdida de Sir Nighteye y la brutalidad del rescate hacen que no se sienta triunfal. Es un recordatorio de que ser héroe a veces no basta.
5. Redada al escondite de My Hero Academia
El rescate de Bakugo, la entrada de All Might en su forma final, y la revelación de All For One son momentos épicos. Pero cuando lo vuelves a ver, sabiendo el destino de All Might y lo que representa esa batalla, se siente como el último respiro de una era. Todo cambia después de esto. Lo viejo muere y lo nuevo, es mucho más oscuro.
4. El campo de entrenamiento forestal
La Liga de Villanos interrumpe lo que debía ser una experiencia divertida, y termina dejando heridas físicas y mentales. Lo que antes era emoción escolar se convierte en trauma, y la captura de Bakugo marca el inicio del declive. Segunda vez que lo ves, y ya no puedes ignorar las señales de advertencia.
3. El Curso de Recuperación de My Hero Academia
Este arco puede parecer menor a primera vista, pero es clave para entender el lado humano del heroísmo. Aquí no hay grandes batallas, pero sí procesos emocionales profundos. Ver a los estudiantes compartir sus traumas y apoyarse los unos a los otros es reconfortante. Volver a verlo sabiendo lo que ya vivieron, simplemente pega distinto.
2. La Guerra de Liberación Paranormal
La guerra entre héroes y villanos fue todo lo que prometía: épica, brutal y devastadora. Pero en la revisión se vuelve aún más impactante porque ya conoces las pérdidas que vienen. Mirar a Hawks es mirar a alguien atrapado entre dos mundos. Y Shigaraki, ya no es solo un villano. Es una consecuencia de todo lo que se ignoró.
1. El arco de Dark Deku
Deku solo, oscuro, con la capucha, tapándole el rostro y sin confiar en nadie. En su momento fue impactante. Al volverlo a ver, es desgarrador. Aquí se ve con claridad cómo el ideal de «ser el símbolo de la paz» lo está destruyendo. Es el precio de cargar con todo, solo. El abrazo de sus amigos al final no solo salva al héroe, sino al chico que nunca dejó de intentar salvar a todos.
¿Quién dijo que solo los grandes combates hacen grande a un arco? A veces, lo que más duele al mirar My Hero Academia son las pequeñas decisiones, las palabras no dichas y las heridas que no se ven.