Hay villanos en el anime que odiamos con cada fibra de nuestro ser y luego están los otros. Esos antagonistas tan complejos, carismáticos o simplemente trágicos que, aunque sabíamos que no debían ganar, una parte de nosotros no podía evitar querer verlos triunfar. A veces sus ideales eran demasiado convincentes, otras veces su dolor era demasiado humano como para ignorarlo. Y otras, bueno, simplemente eran demasiado cool.
Esta es una lista para todos los que, en silencio, cruzaron los dedos por los villanos. Porque, a veces, perderlos fue más doloroso que ver al héroe ganar.
10. La Liga de Villanos – Anime: My Hero Academia
Puede que empezaran como un grupo de inadaptados buscando el caos, pero la evolución de la Liga de Villanos los transformó en algo más profundo. Ver a personajes como Shigaraki o Toga tener momentos tan humanos fue un recordatorio brutal de lo borrosa que puede ser la línea entre héroe y villano. ¿Y si la sociedad realmente los hubiera fallado?
9. Dio Brando – Anime: JoJo’s Bizarre Adventure
Dio es la definición de maldad absoluta y, aun así, tiene uno de los fandoms más fieles. Su presencia, su estilo, su energía dramática, todo en él grita icono. Nunca se trata de justificar lo que hace, pero hay una parte del público que no puede evitar pensar: «si alguien va a conquistar el mundo, ojalá sea con ese porte».
8. Homura Akemi – Anime: Puella Magi Madoka Magica
Lo que hizo Homura al final de Rebellion es tan devastador como comprensible. Una antiheroína que cruzó la línea por amor, que se enfrentó a los dioses por proteger a Madoka. Homura no es la villana tradicional, pero su decisión final la convierte en una figura trágica y poderosa.
7. Scar – Fullmetal Alchemist: Brotherhood
Durante mucho tiempo dentro del anime fue solo un asesino de alquimistas, pero su trasfondo lo redime a los ojos de muchos. Scar representa la justicia nacida del dolor, alguien que se levantó desde la pérdida y que terminó luchando por un mundo mejor. Su victoria personal no fue dominar, sino redimirse, y eso lo hizo aún más digno de nuestra simpatía.
6. Suguru Geto – Jujutsu Kaisen
En el corazón de Geto hay una tristeza profunda por un mundo que considera injusto. Lo que lo volvió un antagonista no fue maldad, sino desesperanza. Ver su vínculo con Gojo romperse fue más trágico que cualquier pelea. Incluso cuando ya no quedaba nada de su humanidad, muchos solo querían verlo encontrar paz.
5. Gundam Char Aznable – Mobile Suit Gundam
El legendario «villano» del anime Gundam nunca fue un simple antagonista. Char es idealista, inteligente y profundamente marcado por la pérdida. Su guerra contra la Federación tenía raíces políticas y personales que hacían dudar a cualquiera. Y aunque sus métodos eran cuestionables, su visión de un mundo mejor resonaba fuerte
4. Oikawa Tooru – Haikyu!!
Sí, no es un villano como tal, pero su papel como el rival «antagonista» de Karasuno dentro del anime lo colocó en esa posición. Oikawa es talentoso, trabajador, y fue el rey frustrado del vóley que nunca pudo superar su barrera personal: Ushijima. Muchos querían verlo llegar lejos, y cuando cayó, dolió. Mucho.
3. Shougo Makishima – Psycho-Pass
Makishima es uno de esos villanos que te hacen cuestionar todo. Su lucha contra el Sistema Sybil no era solo una cruzada personal: era una crítica social afiladísima. ¿Estaba loco? Sí. ¿Tenía razón en muchas cosas? También. Hay algo magnético en él que hace que, hasta el último segundo, quieras que logre lo imposible.
2. Pain – Naruto
«¿Cómo puedes entender el dolor de los demás si no has sufrido tú mismo?» Con esa filosofía, Pain se convirtió en uno de los villanos más recordados del anime. Su pasado, su visión del ciclo interminable de odio, todo lo hacía un antagonista imposible de odiar del todo. Cuando destruyó Konoha, muchos sentimos culpa por pensar: tiene un punto.
1. Meruem – Hunter x Hunter
La evolución de Meruem es una de las más brillantes del anime. Nació como un rey tiránico, pero su relación con Komugi lo transformó. Al final, no solo entendió la humanidad, la abrazó. Su muerte no fue una derrota, fue un acto de redención. Y por eso, tantos deseábamos que tuviera otra oportunidad.
Estos villanos tocaron algo más que nuestra moral. Nos hicieron cuestionarla. Y aunque no todos ganaron, dejaron una marca tan fuerte como la del protagonista. Porque a veces, el «malo» solo necesitaba un poco más de tiempo o un poco más de amor.