El impacto de la cultura Otaku en los sistemas judiciales ha alcanzado un nuevo nivel con el caso de Gabriel Hikari Yad-Elohim en Nueva Zelanda. Este individuo, condenado por asesinato, asegura que su comportamiento fue inspirado por un personaje del popular anime Bleach, la serie conocida por su temática de combates y conflictos internos, que se ha convertido inesperadamente en un elemento clave en el caso. La Corte Suprema ha sugerido que el Tribunal de Apelaciones se evalúe el caso tras la aparición de nueva evidencia.
El anime Bleach y su inesperada conexión con un caso de asesinato en Nueva Zelanda
En una decisión que ha captado la atención tanto de expertos legales como de fanáticos del anime, la Corte Suprema de Nueva Zelanda ha solicitado una reconsideración del caso de Gabriel Hikari Yad-Elohim, condenado por el asesinato de Michael Mulholland en 2017. Este hecho ha ganado notoriedad debido a la afirmación de Yad-Elohim, que según afirmó la defensa, estaba actuando bajo la influencia de un personaje del anime Bleach, así fue como se describe en la página llamada Law News.
Bleach, creado por Tite Kubo, es una serie ampliamente conocida por su narrativa centrada en combates épicos y dilemas morales, la serie sigue la historia de Ichigo Kurosaki, un joven que adquiere poderes sobrenaturales para proteger a los vivos y a las almas de los espíritus malignos. El anime ha inspirado a millones de fans alrededor del mundo, pero en este caso, fue utilizada como defensa para justificar un comportamiento violento, y lo peor, que fue en una Corte Suprema.
El incidente ocurrió cuando Yad-Elohim, quien tiene un diagnóstico de esquizofrenia, fue a comprar estupefacientes junto a una conocida, y tras ser engañado perdiendo su dinero, confrontó a Mulholland en su apartamento, atacándolo de manera brutal durante siete minutos. En su juicio, el acusado afirmó que estaba imitando las acciones de un personaje de Bleach, una defensa que fue inicialmente rechazada por el jurado, quienes consideraron las declaraciones como especulativas.
Sin embargo, durante su apelación, Yad-Elohim presentó nueva evidencia que incluyó un video de una escena específica de Bleach y la transcripción de un monólogo en japonés que había pronunciado durante un interrogatorio policial. Este monólogo contenía diálogos y comportamientos similares a los de un personaje del anime, los psiquiatras forenses que revisaron el caso señalaron que existían paralelismos significativos entre la escena del anime y las acciones de Yad-Elohim.
El caso plantea cuestiones importantes sobre la relación entre los medios de entretenimiento y la salud mental: ¿Hasta qué punto una obra de ficción puede influir en el comportamiento de una persona con problemas psicológicos?, este debate se intensifica al considerar que Yad-Elohim ya tenía un historial de enfermedad mental y que su fascinación por el anime de Bleach pudo haber exacerbado su percepción de la realidad.
Este incidente también pone a Bleach en el centro de un debate cultural, mientras algunos critican la influencia del anime en personas vulnerables, otros argumentan que culpar a una obra de ficción desvía la atención de los problemas subyacentes, como la falta de acceso a tratamiento para la salud mental. Sea cual sea la resolución final, este caso marca un precedente en cómo estos aspectos, pueden influir en el sistema judicial y en la interpretación de la responsabilidad personal en actos criminales.
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