Crunchyroll anunció que está preparando una campaña sin precedentes para llevar Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Infinity Castle a la próxima edición de los Premios Óscar. Tras convertirse en la película de anime más taquillera de la historia. Con más de 555 millones de dólares recaudados en todo el mundo. La compañía busca que tanto su espectacular animación como su narrativa sean reconocidas por la Academia de Hollywood. El objetivo es no solo destacar el talento del estudio ufotable, sino también demostrar el alcance global del anime como fenómeno cultural que ya trasciende cualquier etiqueta de nicho.
Una candidatura que rompe récords y mitos del anime
En una entrevista con The Hollywood Reporter, el CEO de Crunchyroll, Rahul Purini, confirmó que la empresa apoyará a Infinity Castle para competir en la categoría de Mejor Largometraje Animado y otras nominaciones clave. «Creemos que la película es increíble: la animación, la historia, la calidad en todos los frentes. Los fans merecen que se considere para los premios», aseguró Purini.
El filme dirigido por Haruo Sotozaki no solo ha conquistado al público, sino que también ha establecido marcas históricas. Con más de 555 millones de dólares en taquilla mundial, se posiciona como la película japonesa más exitosa de todos los tiempos y la novena más taquillera de 2025, superando a Marvel’s Fantastic Four: First Steps (519.8 millones). En Norteamérica recaudó 104.7 millones de dólares, rompiendo el récord que Pokémon: The First Movie mantuvo durante más de dos décadas con 85.74 millones.
El fenómeno cultural de Demon Slayer
Purini también recalcó que este éxito global demuestra que el anime dejó de ser un entretenimiento para un solo grupo de personas. El fandom del anime ya no es pequeño: es mainstream y gigantesco, comentó. Los datos de taquilla reflejan la diversidad de su público: 8.91 millones de boletos vendidos de Demon Slayer en Estados Unidos y Canadá, y 23.7 millones en Japón, para un total de 67 millones de entradas equivalentes a 82.3 mil millones de yenes.
Además, Purini destacó que la audiencia supera cualquier expectativa étnica o cultural. El anime sobresale en distintos grupos, desde hispanos y afroamericanos hasta surasiáticos. Esta amplitud confirma lo que Crunchyroll ha observado durante años: el anime es ahora un fenómeno mundial, capaz de competir en la misma arena que las producciones más grandes de Hollywood.
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