La franquicia Gundam es conocida por su trama con un gran enfoque en el drama y la ciencia ficción. Destaca especialmente por conflictos bélicos interestelares y profundos dilemas morales. Estos dilemas a veces hacen dudar sobre quién es el verdadero villano. Sin embargo, el nuevo anime Gundam GquuuuuuX ha generado polémica en Japón por algo muy distinto. Se trata de una escena en la que un grupo de chicas de secundaria menciona su participación en un casino en línea.
Este momento en Gundam GquuuuuuX ha provocado quejas formales ante el Comité de Mejora de Programas de Radiodifusión (BPO, por sus siglas en inglés). Esto ha reabierto el debate sobre los límites del contenido en el anime nocturno y su influencia sobre los menores.
La BPO y su papel en la industria del entretenimiento
Para entender la magnitud del caso, es importante conocer qué es la BPO. La Broadcast and Human Rights and Other Related Issues Organization of Japan es un organismo independiente no gubernamental que recopila quejas y opiniones de la audiencia. Estas quejas son sobre programas de televisión emitidos en Japón. Aunque no tiene autoridad legal para censurar o sancionar directamente, sus recomendaciones son seguidas voluntariamente por las televisoras. Esto se hace con el objetivo de mantener la confianza pública y evitar conflictos mayores.
En este contexto, la BPO se convierte en una herramienta poderosa de retroalimentación y regulación informal. Esto muchas veces marca la pauta de lo que puede o no mostrarse en el anime. Esto es especialmente relevante en producciones emitidas en horarios nocturnos, que son tradicionalmente más flexibles.
La escena en cuestión
En uno de los episodios recientes de Gundam GquuuuuuX, las amigas de Machu, una de las protagonistas adolescentes, comentan entre risas su experiencia en un casino online. Aunque se trata de una escena breve y aparentemente sin mayor trascendencia dentro de la narrativa, un espectador decidió reportarla ante la BPO por considerarla inapropiada. La queja expresa preocupación por el hecho de que menores de edad puedan verse influenciados negativamente. Esto podría ocurrir al ver a personajes de su misma edad participando en actividades ilegales como el juego en línea.
Aunque el anime es transmitido en un horario nocturno y dirigido principalmente a un público adulto, la controversia fue suficiente para provocar una ola de comentarios en redes sociales. Esto reabrió una discusión que ya ha tocado a otros títulos en el pasado.
Críticas y comparaciones en redes
Como suele suceder, la queja fue recibida con opiniones encontradas. En plataformas como X (anteriormente conocida como Twitter), la escena viralizó rápidamente. Acumuló más de un millón de visualizaciones. Un usuario comentó “Hubo quejas sobre Gundam GquuuuuuX en BPO sobre una chica de secundaria que jugaba al casino en línea y que era una mala influencia para los niños, pero ¿no hay escenas peores en el anime?”.
Y es que la crítica no se limitó a la escena del casino. Usuarios compartieron capturas de pantalla de otras escenas de la misma serie. Estas escenas muestran acciones claramente más violentas o problemáticas. Estas incluyen estudiantes pateando a guardias en la entrepierna, robando dinero, amenazando con armas, o incluso prendiendo fuego a edificios vinculados con temas más graves. Para muchos, estas acciones resultan considerablemente más impactantes que el simple hecho de mencionar un casino online.
Un comentario popular señaló: “Desde el primer episodio, la chica de secundaria ya está usando algo que robó del ejército para dejar a un policía medio muerto. Alguien debería haber hecho un comentario sobre eso, ¿no?”.
¿Doble moral en el contenido del anime?
Este tipo de controversias plantea una pregunta clave. ¿Por qué ciertos temas son más escandalosos que otros, incluso si hay contenido mucho más violento o explícito? Algunos apuntan a una especie de doble moral que tolera sangre, violencia gráfica y situaciones extremas. Esto sucede siempre y cuando no se cruce una línea “moral” establecida culturalmente. Por ejemplo, mostrar a menores involucrándose en comportamientos considerados desviados.
En este caso, el juego en línea puede interpretarse como una amenaza más tangible para los padres o tutores. Ellos ven a sus hijos expuestos a plataformas digitales. La posibilidad real de que un menor acceda a un casino online, aunque ilegal, es mucho más inmediata que, por ejemplo, que robe un mecha del ejército o se involucre en una operación criminal.
Otros comentarios también apuntaron a la naturaleza misma del anime “Es precisamente porque no es algo bello o idealizado que la obra gana profundidad”. En otras palabras, la escena del casino forma parte de un retrato más complejo de los personajes y el mundo que habitan. Esto se hace sin buscar necesariamente justificar sus acciones.
Comparaciones con otros animes
Las comparaciones con Kakegurui fueron inevitables. La popular serie centrada en apuestas y juegos de azar protagonizada por estudiantes de secundaria no solo ha tenido múltiples temporadas. También fue adaptada a live-action. La diferencia, según algunos usuarios, es que Kakegurui convierte el juego en una alegoría estilizada y exagerada. En cambio, Gundam GquuuuuuX lo presenta de manera más mundana y directa. Esto podría generar mayor incomodidad.
También surgieron paralelismos con Demon Slayer, otro anime extremadamente popular. Esta serie ha mostrado decapitaciones, torturas y escenas altamente violentas sin haber recibido críticas tan visibles de parte de la BPO.
El papel de la ficción y la percepción del público
Un aspecto que se repite en muchas de las respuestas es la defensa del anime como obra de ficción. “No entiendo qué pasa por la cabeza de quienes se quejan de este tipo de obras. Dicen que tienen una mala influencia en los niños, pero una obra de ficción es solo eso: ficción, ¿no?” comentó otro usuario. Para muchos, confiar en la capacidad del espectador para diferenciar entre lo real y lo ficticio es esencial para permitir una mayor libertad creativa.
Al mismo tiempo, la preocupación por los menores no puede ser completamente descartada. La facilidad con la que los niños y adolescentes acceden a contenidos nocturnos a través del streaming ha complicado la línea. Esto afecta lo que debería considerarse “apto para adultos” o “potencialmente dañino”.
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