La piratería sigue siendo uno de los mayores problemas para la industria del anime, pero Japón ha tomado medidas más drásticas que nunca. Con el apoyo de hackers de sombrero blanco, el gobierno y la Asociación de Distribución de Contenidos en el Extranjero (CODA), lograron cerrar 84 sitios internacionales de transmisión ilegal. El movimiento llega en un momento crítico. Y es que estrenos como Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Infinity Castle han sido filtrados en línea. Esto pone en riesgo tanto a los estudios como a los ingresos de taquilla.
Japón intensifica su lucha contra la piratería
La Content Overseas Distribution Association (CODA) reveló que este proyecto internacional de aplicación de la ley permitió eliminar más de ochenta portales piratas hasta marzo de 2025. Según los reportes, las pérdidas anuales por distribución ilegal de anime y películas japonesas superan los 2 billones de yenes (más de 14 mil millones de dólares). Con la meta de aumentar las ventas legales de contenido japonés a 20 billones de yenes para 2033, el gobierno de Japón está endureciendo su postura contra la piratería para impulsar la industria cultural.
Para combatir un problema donde los operadores suelen ocultar su identidad y cambiar de dominios, Japón recurrió a hackers éticos especializados. Estos profesionales, coordinados por la Asociación de Hackers de Japón y trabajando junto a CODA, rastrean pistas digitales y vulnerabilidades de los sitios piratas. Usando información pública, como los ingresos por publicidad o contrataciones de diseño web, logran identificar a los responsables detrás de estas páginas. CODA colabora directamente con agencias internacionales, dedicando meses de investigación a cada caso.
El esfuerzo ya ha mostrado resultados. En febrero, una denuncia de CODA llevó a la detención en China de un administrador. Este distribuyó 18.000 episodios de anime ilegalmente, generando más de 7 millones de yenes en publicidad. En julio, otro gran portal pirata fue desmantelado tras hallarse culpable a su operador de distribución ilícita.
Demon Slayer y el impacto de las filtraciones
Uno de los mayores detonantes de este refuerzo contra la piratería del anime fue la filtración de escenas de la película Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Infinity Castle. Sin embargo, pese a que el filme goza de un éxito arrollador en taquilla y rompió récords de preventa en Estados Unidos, su distribuidora lanzó un comunicado multilingüe, advirtiendo que incluso las publicaciones anónimas pueden rastrearse.
A pesar de las copias ilegales circulando, Infinity Castle sigue marcando hitos. De hecho, se convirtió en el anime con mayor número de boletos vendidos en su primer día en EE.UU. Hasta superando a Mugen Train y Jujutsu Kaisen 0. Finalmente, su estreno oficial en cines estadounidenses está programado para el 12 de septiembre de 2025, consolidando así el poder internacional de la franquicia.