Actualmente, el ser humano puede llegar a tener miles de fijaciones aún investigadas por los expertos. Japón, país donde ocurren hechos y festejos no oficiales bastante curiosos no es la excepción y en esta ocasión les contaremos una historia memorable.
Se trata de Shinohara Yuta, japonés que desde muy temprana edad mostró un interés apasionado por los insectos.
Esta motivación lo llevó a impulsar su creatividad en el ámbito culinario, utilizando estos animales para descubrir distintos puntos de sazón y cautivar al público nipón.
Como muchos pueden esperar no es que de buenas a primeras que una persona acostumbrada a comida de ciudad o grandes cadenas cambie su percepción visual e intente probar una propuesta de esta magnitud.
Además, mediante una entrevista para el canal Asian Boss Español el comentó que una vez se enamoró de un insecto, en específico de una cucaracha y que lamentablemente en ese momento tenía ya novia, pero el amor fue más fuerte y la dejo para estar con ella.
Juntos vivieron gratos momentos, pero como sabrán el tiempo de vida de una cucaracha es algo corto en relación al de una persona y naturalmente está relación terminó.
Pero eso no es todo ya que Shinohara, tras la muerte de su amada no eligió enterrarla o cremarla. El se la comió, con la filosofía de que una vez esto suceda, ambos estarían unidos para siempre.
Si deseas conocer más detalles sobre esta historia bastante peculiar, puedes ver la entrevista completa aquí:
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