Parecía que no existía algún anime mejor que Fullmetal Alchemist: Brotherhood (FMAB), quien se mantuvo durante mucho tiempo como el rey indiscutible en MyAnimeList. Durante más de una década, la obra de Hiromu Arakawa repelió a todo retador (desde Attack on Titan hasta Oshi no Ko) gracias a su calidad y a una base de fans feroz. Sin embargo, en este día, hace exactamente dos años, lo imposible ocurrió. Frieren: Beyond Journey’s End tomó la corona, y lo más sorprendente no es que llegara a la cima, sino que demostró que el trono ya no pertenece solo al clásico Shonen de peleas.

El día que cayó el gigante de una década
Hace dos años, muchos dentro de la comunidad del anime no estaban tan convencidos. La conversación se repetía en foros y redes: “Va a bajar en unas semanas, es puro hype”, aseguraban los más escépticos. Sin embargo, lo que pocos anticiparon fue la capacidad de Frieren para mantenerse firme cuando otros títulos, antes considerados imparables, cedían terreno. Contra todo pronóstico, se consolidó como un fenómeno que trascendió el ruido de su estreno.
El cambio en la audiencia global: Este relevo en la cima no es simple popularidad, sino un síntoma de evolución. Durante años, FMAB ocupó el primer puesto porque representaba el ideal clásico: aventura sólida, cerrada y emocionalmente intensa. Era la fórmula perfecta del shonen moderno. Frieren, en contraste, conquistó el número uno desafiando esa tradición desde su base. Su historia no arranca con una gran misión; empieza cuando todo eso ya terminó.

La inevitabilidad del tiempo como villano
La elfa hechicera y su grupo han derrotado al Rey Demonio en el primer minuto, sin fanfarria épica. El enemigo no es una amenaza cósmica: es la inevitabilidad del tiempo y el dolor silencioso de lo que nunca se dijo. Esta perspectiva impactó en una audiencia que ya no busca únicamente adrenalina, sino narrativas que dialoguen con su propia experiencia de vida. Muchos de los que crecieron con peleas ahora encuentran más resonancia en historias sobre el duelo, la nostalgia y la forma en que avanzamos, incluso cuando el pasado sigue pesando.

La victoria de la melancolía sobre la acción
Lo que hace única a Frieren no es su sistema de magia, sino su manejo del duelo. La trama se dispara no por una amenaza mundial, sino por un logro que se ve eclipsado rápidamente cuando los camaradas humanos de Frieren envejecen y fallecen, mientras ella permanece inmutable.
A diferencia de los protagonistas que gritan sus metas, Frieren se mueve impulsada por el arrepentimiento: la culpa de haber descuidado la conexión con sus amigos y no entender la brevedad de la vida humana. Al embarcarse en este nuevo viaje con Fern y Stark para «retrazar» su camino original y cumplir los últimos deseos de los muertos, la serie nos enseñó a valorar los momentos tranquilos. Que una historia sobre «aprender a formar vínculos emocionales» haya superado a la mejor historia de alquimia y conspiración política nos dice que los animes de fantasía ha alcanzado su pico histórico.

Veredicto: Un clásico moderno validado por el tiempo
Conclusión: A dos años de aquel estallido, resulta evidente que Frieren no fue una moda. Su ascenso se sostuvo en una calidad narrativa tan íntima que terminó imponiéndose por puro mérito. Logró atravesar la coraza de los fans de FMAB sin provocación, simplemente ofreciendo una historia imposible de desestimar. El día que Frieren alcanzó la cima marcó un punto de quiebre simbólico: la nostalgia cedió ante la introspección.
Debate: Y ahora que el tiempo ha hecho su trabajo y las emociones se han asentado, toca ser honestos. Con la perspectiva que da la distancia, ¿consideras que Frieren realmente merece estar por encima de Fullmetal Alchemist, o para ti FMAB sigue siendo el rey eterno? Comparte tu postura y defiende tu Top 1 con argumentos en los comentarios.