Tatsuki Fujimoto, creador de Chainsaw Man, compartió una reflexión poco común tras ver la adaptación cinematográfica del Arco de Reze. Durante una charla con su editor, Shihei Lin, confesó haber sentido desconcierto al verse reaccionando como un espectador más. Al presenciar la tragedia entre Reze y Denji, pensó que Makima había actuado de forma innecesaria. Incluso se sorprendió preguntándose por qué el autor no permitió que los personajes se reencontraran.
La experiencia fue tan intensa que, según relató, llegó a quitarle el sueño. El momento tomó un tono humorístico cuando su editor le recordó que él mismo había tomado esas decisiones narrativas al escribir la obra. La anécdota revela una desconexión temporal entre el creador y su creación, donde Fujimoto logra distanciarse de su rol de autor para vivir la historia desde la butaca del público.
Una creatividad guiada por emociones

Esta reacción sugiere que Fujimoto no construye sus historias desde una lógica estrictamente racional, sino desde impulsos emocionales genuinos. Al enfrentarse a la película, su sensibilidad como espectador chocó con su identidad como creador y generó una respuesta auténtica. El hecho de que lamente el destino de Reze o cuestione las acciones de Makima confirma que sus decisiones narrativas no buscan provocar de forma artificial. Nacen, en cambio, de una implicación emocional real.
Desde una perspectiva creativa, resulta poco habitual que un autor se pregunte qué estaba pensando el creador de su propia obra. Esto apunta a un proceso de escritura en el que los personajes parecen adquirir autonomía y el autor actúa más como testigo que como controlador absoluto de la historia. Esa forma de trabajo explica por qué Chainsaw Man conecta con el público de manera tan visceral.
El impacto de la adaptación cinematográfica

El hecho de que Fujimoto no pudiera dormir tras ver la película evidencia el poder de la adaptación animada y el trabajo de MAPPA. La dirección, el ritmo y la puesta en escena recrearon la historia con una intensidad notable. Por momentos, incluso su creador olvidó que conocía cada desenlace. La animación no se limitó a reproducir el manga, sino que amplificó de forma contundente su carga emocional.
La película del Arco de Reze consiguió algo poco frecuente: permitir que el autor redescubra su propia obra desde una mirada externa. Para Fujimoto, esta experiencia tiene un valor especial, ya que confirma que la historia conserva su fuerza incluso fuera del papel. Al verse afectado por su propio relato, el creador valida que el impacto emocional que marcó a los lectores sigue intacto y que la adaptación ha sabido capturar la esencia más dolorosa y humana de Chainsaw Man.

El Veredicto
Tatsuki Fujimoto es un autor que consume historias con la misma pasión con la que las crea. Su frustración con el Arco de Reze es el mayor cumplido que la película podría recibir. Demuestra que Chainsaw Man no es solo un producto de consumo, sino una experiencia emocional que trasciende incluso a su propio creador.
Parece fascinante que Fujimoto tenga la humildad de cuestionarse a sí mismo. Esa capacidad de sentir lástima por sus personajes, a pesar de ser su «verdugo», es lo que hace que su estilo sea tan humano y visceral. La película de Reze no solo adaptó el manga; le dio a Fujimoto el regalo de ser un fan de su propio genio.
¿Crees que un autor que se emociona o se arrepiente de sus propias escenas escribe mejores historias que uno que lo tiene todo planeado fríamente? Déjanos tu opinión en los comentarios.