Si pensabas que las decisiones cuestionables del mangaka Nakaba Suzuki habían terminado con el final de Nanatsu no Taizai, la cual decepciono con su terrible final, el manga secuela, ‘Four Knights of the Apocalypse’ (Mokushiroku no Yonkishi), acaba de decir «Sostén mi cerveza» y nos acaba de sorprender con más detalles para reír.
El giro de Merlin: Protección tóxica y consecuencias

El capítulo 216 del manga secuela ha desatado una tormenta en redes sociales tras revelar que la orientación de Gawain, uno de los Cuatro Jinetes, no era genuina, sino el producto de una intervención mágica de su madre. Lo que para el autor pudo ser un giro dramático, para los fans se ha sido interpretado como una invalidación narrativa de un personaje.
Hasta ahora, Gawain había mostrado de forma clara y reiterada un interés romántico por otras mujeres, incluyendo sus interacciones coquetas con Isolda, algo que muchos lectores lo vieron como la escencia del personaje.

Sin embargo, el capítulo 216 de la secuela de Nanatsu no Taizai desmonta por completo esa lectura. Allí se revela que Merlin, su madre, lanzó sobre ella una maldición destinada a impedir que desarrollara sentimientos hacia los hombres, supuestamente para “protegerla” del dolor amoroso que la propia Merlin experimentó en el pasado. El verdadero conflicto surge cuando, al romperse el hechizo, Gawain reacciona de inmediato con sonrojo y evidente incomodidad frente a un hombre. Con ello, la historia parece insinuar que su atracción por las mujeres no era una expresión auténtica de su identidad, sino un efecto colateral impuesto por la magia.
El historial de Nakaba Suzuki
La crítica no se hizo esperar. Comentarios redes sociales como en X (Twitter) y en foros como Reddit han calificado este movimiento como «escritura basura» y ofensiva. El gusto por las mujeres de Gawain con un toque bastante coqueto y seguro era parte de su personalidad que la hacía distinguirse muy bien, pero ahora que resulta que era una maldición es como si perdiera parte de su identidad.

Nakaba Suzuki es un autor de extremos, capaz de crear sistemas de magia brillantes y batallas épicas, pero con un historial notorio de decisiones románticas incómodas (recordemos la dinámica Meliodas/Elizabeth o el extraño destino de Jericho).
La excusa de que “Nakaba no navega en internet y desconoce estas sensibilidades” ya no alcanza para justificar decisiones que parecen revertir el crecimiento de un personaje solo para encajarlo en un romance heterosexual que no necesitaba existir.
Veredicto: Un error narrativo difícil de ignorar
La revelación sobre Gawain no solo resulta forzada, sino que también debilita la agencia del propio personaje. Convertir su orientación en la consecuencia de un hechizo nacido del trauma de Merlin se siente, en el mejor de los casos, como un recurso fácil y, en el peor, como un mensaje problemático respecto a la identidad sexual.
¿Fue realmente un giro que Nakaba tenía previsto desde el inicio, o parece más bien un cambio improvisado para justificar un interés romántico masculino? ¿Este giro afecta tu percepción de Gawain como personaje? ¡Comparte tu opinión en los comentarios!