Hablar de finales en el anime siempre es un tema delicado. A veces, una serie puede ser increíble de principio a fin, hasta que llega ese último episodio o arco y todo se derrumba. Otros animes simplemente no supieron cómo cerrar las historias que tanto prometieron, dejando a los fans frustrados y con un mal sabor de boca. Hoy repasamos los 10 peores finales de anime de todos los tiempos, ordenados por lo mucho que decepcionaron a la audiencia.
10. Ranma ½

Este clásico de Rumiko Takahashi es legendario por su comedia y personajes entrañables, pero su anime terminó sin una conclusión real. Nada se resuelve: ni el romance entre Ranma y Akane, ni las maldiciones, ni los múltiples enredos. Después de más de 160 episodios, lo mínimo que los fans esperaban era un cierre digno, pero lo que recibimos fue un «aquí lo dejamos» que todavía genera frustración.
9. Anime: Charlotte

La premisa era brutal: adolescentes con poderes sobrenaturales que solo duran un tiempo. Pero su final comprimió demasiado en un solo episodio lo que pudo haber sido toda una temporada. El protagonista viaja por el mundo robando habilidades a un ritmo absurdo, y todo termina de forma apresurada, casi como si el estudio hubiera perdido la paciencia. Una historia que empezó fuerte, pero decayó en el cierre.
8. Anime: Tokyo Ghoul:re

Si hablamos de animes arruinados por una mala adaptación, este es un ejemplo de manual. Tokyo Ghoul fue amado por su crudeza y simbolismo, pero con :re la historia fue tan atropellada que el final parecía una versión resumida con tijeras y pegamento. Personajes clave se desperdiciaron, conflictos se resolvieron de golpe y el desenlace dejó más dudas que respuestas.
7. Anime: Soul Eater

El anime brilló por su estilo visual único y personajes icónicos, pero su final se alejó por completo del manga y nos dio un desenlace improvisado. La batalla final con Asura fue anticlimática y dependió de un «poder de la amistad» mal ejecutado. En vez de un cierre épico, lo que tuvimos fue una conclusión floja que no le hizo justicia a la construcción de la serie.
6. Akame ga Kill!

Este anime se ganó fama por sus muertes impactantes y giros crueles, pero el final lo llevó al extremo. Casi todos los personajes importantes mueren, y la sensación que deja es de vacío más que de tragedia bien construida. En lugar de ser un clímax memorable, fue un baño de sangre sin dirección que terminó arruinando el impacto emocional.
5. Darling in the FranXX

Comenzó como un anime de mechas con un fuerte simbolismo romántico, pero en la recta final todo se fue por la borda. Alienígenas gigantes, giros absurdos y un cierre que forzó la reencarnación como solución. Muchos fans lo consideran uno de los mayores desperdicios de potencial en la última década del anime.
4. The Promised Neverland (Temporada 2)

El manga es increíble, pero la adaptación de la segunda temporada se saltó arcos enteros. El final fue una especie de «presentación de diapositivas» que resumía la historia como si los creadores quisieran cerrar a toda prisa. Lo que pudo ser uno de los mejores shonen modernos se convirtió en un caso de estudio sobre cómo NO adaptar un manga.
3. Food Wars! (Shokugeki no Soma)

Un anime que arrancó fresco, divertido y con batallas culinarias espectaculares terminó hundiéndose en su propia repetición. El último arco, con el villano Saiba y los «Shokugekis» forzados, fue un desastre. La chispa desapareció, y el final dejó claro que la serie ya no tenía nada más que ofrecer.
2. Wonder Egg Priority

Este anime original tenía todos los ingredientes para ser un clásico: animación espectacular, personajes entrañables y una trama sobre temas profundos como la depresión y el suicidio. Pero el final fue un completo caos. El último episodio especial no solo dejó hilos sueltos, sino que contradijo su propio mensaje.
1. Platinum End

De los creadores de Death Note, se esperaba un desenlace brillante y filosófico. Lo que obtuvimos fue un final decepcionante, lleno de explicaciones forzadas y una resolución que cayó en lo absurdo. El clímax, lejos de ser memorable, se sintió como un castillo de cartas derrumbándose. Para muchos, Platinum End es la definición de cómo arruinar una premisa prometedora con un cierre insatisfactorio.
Estos finales nos recuerdan que, aunque un anime puede tener un gran comienzo y un desarrollo prometedor, lo más difícil siempre será darle un cierre digno. Y cuando eso falla, la decepción se siente todavía más fuerte.