Mediante el portal japonés Gendai se publicó un artículo titulado «La aparición de personas que ven películas en avance rápido, muestra un futuro incierto», señalando el cómo los jóvenes cada vez están más interesados en volverse «otakus» sin embargo, no quieren dedicar demasiado tiempo a ello.
En el artículo, el autor comienza explicando que anteriormente escribió sobre su malestar por la costumbre de ver películas, dramas televisivos y anime a doble velocidad o saltándose 10 segundos. El artículo llamado «El aterrador futuro de los que ven películas a toda velocidad», recibió una gran respuesta. Sin embargo, en el artículo, había una parte que algunos resintieron como «inaudita». Comentando cosas como:
- «Estoy ocupado y sólo quiero estar al día de lo que hablan mis amigos otakus, así que lo grabaré y lo veré a doble velocidad.»
- «Mientras sepa de qué se trata, lo veré brevemente y usaré la Wikipedia para los detalles.»
Esto es lo que dicen la mayoría de los jóvenes, en su mayoría adolescentes y veinteañeros. Como se puede adivinar, la mayoría de ellos no son especialmente aficionados al cine, al drama o al anime, ni tienen un trabajo que les obligue a consultar muchos de ellos.
¿Por qué tienen que esforzarse tanto para estar al día con las noticias?
Para contestar esto el artículos nos da algunos motivos. El primero es que actualmente hay demasiadas obras, que combinadas con los servicios de distribución en linea hacen que sean demasiado asequibles para todos. No son pocos los jóvenes que «anhelan ser otakus que saben mucho de algo» pero «no quieren dedicar grandes cantidades de tiempo a ver o leer cientos o miles de películas».
El artículo continúa explicando la cuestión de por qué los jóvenes se sienten atraídos por lo otaku. Y es que al parecer todo se debe a la presión que han recibido del mundo para ser únicos. La letra de «Sekai ni Hitotsu dake no Hana» de SMAP simboliza esto, el «Only One» en lugar de «Number One».
El artículo da un ejemplo sobre esto mencionando que, se llegó a creer que una vida de venir a Tokio, ir a una universidad mediocre y entrar en una empresa mediocre no era suficiente. Añadiendo que «El sistema de valores que dice «tienes que ser único» se convirtió en una presión entre los jóvenes.»
Originalmente, el «respeto a la individualidad» debía ser un «sistema de valores amigable para todos» que nació como alternativa a la sociedad y al sistema educativo competitivos. Sin embargo, es irónico que la presión externa para ser «únicos» les haya hecho sufrir.
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