Muchos consideran Silent Hill 2 (2001) como la joya de la franquicia survival horror de Konami, aunque no es precisamente una secuela lineal del primer juego (ese sería el caso de Silent Hill 3). Y aunque el equipo original siguió tratando de ir al trote de consolas de siguiente generación, la realidad es que fallos como Homecoming (2008), Downpour (2012) y el nefasto pseudo-remake Shattered Memories (2010) terminaron por reducir a una niebla densa y lejana a una de las franquicias de terror psicológico más grandes de todos los tiempos.
Nota: Para esta reseña jugamos la versión para PS3
Y aunque seguimos rogando que Konami se ponga las pilas, se reconcilie con Hideo Kojima y finalmente nos entreguen un videojuego decente de la franquicia Silent Hill, la realidad es que lo único que tenemos para saciar esa nostalgia enferma es una colección que por alguna razón puede conseguirse a un precio muy bajo y totalmente compatible con las consolas de generación antepasada, que todavía algunos guardamos en el clóset.
Esta es nuestra retro-reseña de Silent Hill HD Collection, lanzada originalmente en el año 2012.
¿A la altura de nuestros tiempos?
No vamos a calificar en sí a Silent Hill 2: Restless Dreams o Silent Hill 3, pues en automático los juegos serían de 5 estrellas. Lo que evaluaremos es la remasterización y si realmente vale la pena adquirir la colección, en caso de que nuestro querido PS3 o 360 sigan funcionando.
De entrada, hay que decir que el trabajo de elevación a televisores de alta definición por parte de Hijinx Studios no es pésimo, pero tampoco excelente. Mucho se criticó en su momento que, a fin de «embonar» los visuales en una HDTV, se sacrificaron texturas, efectos de niebla y contrastes, lo cual en un juego donde lo oscuro y misterioso son elementos cruciales para sembrar terror en el jugador. Afortunadamente la música del maestro Akira Yamaoka preserva los terrores psicológicos más profundos en ambos juegos, pero en especial en Silent Hill 2 se sufre mucho en este aspecto y se percibe el paso del tiempo (lo cual explica que el primer Silent Hill esté completamente ausente, al ser un título de 32 bits en aquél primer PlayStation).
Pero la magia está allí, y los dos títulos son jugables de principio a fin. No hay que olvidar nunca que en ambos casos el tiempo no pasa en vano en lo que respecta al sistema de juego, pero igualmente, en los dos casos es sólido y siendo un jugador comprensivo, la curva de «retro-aprendizaje» es fácil de librar tras los primeros minutos de juego. Ambos títulos cuentan con textos en español (en los originales no), lo cual es un valor agregado para quien no domine el idioma anglosajón.
Un dato curioso que muchos no saben –y que nos permite perdonar los errores a Hijinx Studios– es que originalmente Konami PERDIÓ el código fuente de ambos juegos, por lo que los estudios tuvieron que trabajar con una beta no final. Esto explica por qué tantos fallos y reactiva nuestra recomendación de NO ADQUIRIR la versión para Xbox 360, la cual está plagada de bugs imperdonables, a diferencia del par de parches que salvaron la de PS3, pero que se requiere de una conexión a Internet para descargarlos.
La polémica de las nuevas voces
Otro tema que causó mucha polémica y una franca pelea entre jugadores/actores vs. Konami fue la amenaza de grabar nuevas voces para ambos juegos. Afortunadamente el buen trabajo del actor Guy Cihi (voz original de James Sunderland) permitió que Konami cediera y permitiera dos elencos (original y «moderno») en Silent Hill 2, pero la secuela no tuvo la misma suerte, resultando en sentimientos agridulces para muchos fans, pues algunos amaron las nuevas actuaciones, pero otros condenaron que eran «demasiado hollywoodenses».
¿Es insufrible el resultado? Podemos decir que no, aunque si jugaste el SH3 original en 2003, sí podrías percibir una diferencia incómoda, en especial con una Heather más «ruda».
Lo que sí adolece es la sincronía de labios, pues Hijinx no se molestó en reprogramar el lipsynk, y es terrible, pues los moldeados y texturas de personajes siguen siendo impresionantes en nuestros días. Lo que vale la pena señalar es que la actriz Mary Elizabeth McGlynn (intérprete de canciones emblemáticas como «You’re not Here», «I Want Love» y «Tender Sugar») estuvo al frente de la dirección y re-dub en ambas versiones, dando ella misma la nueva voz a Mary Sunderland en SH2 y al Confesionario en SH3.
En conclusión
Muchos condenaron que, en contraste con las colecciones Metal Gear Solid (¡la edición Legacy incluye 8 juegos!) y es lamentable que no se incluyera en su momento Silent Hill 4: The Room, aunque si se es purista, dicho juego nunca fue una secuela real, sino un juego totalmente diferente que Konami decidió «maquillar» para que pareciera un spinoff en 2004.
Dicho esto, y por el bajo precio al que puede adquirirse (visiten a nuestros amigos de CAMELOT GAMES), es una colección que hará las delicias de fans retro y actuales generaciones, amantes del survival horror. ¿Reconsiderará por fin Konami lanzar una colección perfecta de Silent Hill en consolas de actual generación?
Solo el tiempo lo dirá, pero al menos tenemos este acervo que sin duda calmará un poco nuestras ansias por regresar a aquél pueblo, que de algún modo sigue más presente que nunca… en nuestros sueños más inquietantes y nostálgicas memorias fragmentadas.


