La industria del anime atraviesa un período de crecimiento sin precedentes, pero los desafíos que involucran la producción de las series animadas en Japón siguen saliendo a la luz. Yuichi Fukushima, productor de Spy x Family, recientemente destacó las dificultades de realizar series de anime más largas, especialmente aquellas que abarcan dos cours (alrededor de 24 episodios).
En el evento Anime Connect en Estados Unidos, participaron destacados productores como Wakana Okamura (Your Name, Weathering With You y My Hero Academia), Yuichi Fukushima (Spy x Family y Wind Breaker) y Tetsuya Nakatake (Attack on Titan y Spy x Family), quienes discutieron las tendencias y problemáticas en la industria del anime actual. Durante el evento, Fukushima (productor de Spy x Family) señaló que la planificación a largo plazo para producciones de dos cours es cada vez más compleja debido a limitaciones en la planificación y a cambios en el entorno de producción.
Problemas estructurales en la producción de animes como Spy x Family

Según Fukushima (productor de Spy x Family), la dificultad radica en diversos factores como la disminución en personal con gran talento en la animación, lo que incrementa la necesidad de rehacer escenas, y en condiciones contractuales poco equitativas. Estas obligan a los estudios a priorizar su supervivencia a corto plazo, llegando a aceptar pérdidas económicas por producir anime, ya que muchas veces esta es su única fuente de ingresos.
Datos del Instituto Japonés de Investigación (JRI, por sus siglas en inglés) muestran que los estudios de anime reciben apenas el 10% de los ingresos generados por las producciones en Japón. El resto se distribuye entre titulares de derechos y participantes en actividades de recaudación de fondos, marketing y distribución. Esto deja a los estudios en una posición económica precaria, limitando su capacidad para invertir en talento y tecnología a largo plazo.
Cambios en los presupuestos y modelos de negocios

El éxito de películas como Demon Slayer ha sido citado como un punto de inflexión en la industria, al igual que el impacto de plataformas de streaming como Netflix y Crunchyroll. Estas últimas han incrementado significativamente las tarifas de licencia, permitiendo a los estudios destinar más recursos a la producción y a la retención de creativos.
Fukushima (productor de Spy x Family) destacó la importancia de pagar tarifas de retención a los talentos, ya que la mayoría de los animadores son freelancers o trabajan con contratos de corto plazo. Las tarifas de retención permiten a los estudios garantizar exclusividad por parte de los animadores, a cambio de una remuneración más estable y elevada.
Sin embargo, el aumento de los presupuestos no siempre se traduce en mejores condiciones laborales. Un reporte reciente de la Asociación de Animaciones de Japón (AJA) criticó prácticas como los pagos anticipados y de montos fijos por parte de Netflix, los cuales no toman en cuenta el éxito posterior de las obras y limitan las ganancias potenciales de los estudios.
Iniciativas para mejorar el entorno de producción

En un esfuerzo por abordar estas problemáticas, Fukushima (productor de Spy x Family) y Nakatake fundaron JOEN en 2022, una compañía de planificación y producción respaldada por CloverWorks, WIT Studio, Aniplex y Shueisha. JOEN busca garantizar mayores retornos financieros para el staff involucrado en la producción al permitirles participar en todo el proceso, desde la planificación hasta la distribución. Esta estrategia ha resultado exitosa, generando ganancias de 16 millones de yenes al cierre del año fiscal 2023-2024.
Otra propuesta destacada por la Asociación Nacional de Productores de Animación (NAFCA) es establecer un porcentaje mínimo obligatorio de los derechos de autor que debe otorgarse a los estudios de anime. Esto garantizaría que los estudios obtengan ingresos futuros sin necesidad de invertir capital inicial, una práctica que sigue siendo poco común en la industria.
La Intervención Gubernamental y el Futuro de la Industria
NAFCA también ha instado al gobierno japonés a intervenir para asegurar la sostenibilidad de la industria, proponiendo salarios justos y horarios de trabajo razonables. Según NAFCA, las condiciones laborales en los estudios de anime no han mejorado significativamente, con salarios que a menudo están por debajo del salario mínimo de Tokio.
A pesar de estos desafíos, Fukushima sigue optimista sobre el futuro. Su objetivo para 2025 es desarrollar un sistema de planificación que permita crear proyectos con varios años de anticipación, en lugar de depender únicamente de producciones rápidas. Según él, es fundamental seguir invirtiendo en el desarrollo de talentos y en la mejora del e