La política comercial de Donald Trump podría tener un impacto directo en la industria del anime, el actual presidente ha anunciado que autoriza al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de EE. UU. a iniciar el proceso para imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas en el extranjero. Esta medida, que busca reactivar la producción cinematográfica nacional, amenaza con encarecer y limitar la distribución de películas de anime en Estados Unidos, uno de sus mercados más rentables fuera de Asia.
Una medida nacionalista que pone en jaque la distribución de anime en Estados Unidos

En una publicación en la red Truth Social, Trump declaró que la industria cinematográfica estadounidense está muriendo rápidamente, y que países extranjeros ofrecen incentivos agresivos para atraer la producción fuera de EE. UU., lo cual según él representa una amenaza económica y de seguridad nacional. En ese contexto, autorizó al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de EE. UU. a poner en marcha el proceso para imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país:
La industria cinematográfica en Estados Unidos está MURIENDO a una velocidad muy rápida. Otros países están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer a nuestros cineastas y estudios fuera de Estados Unidos. Hollywood, y muchas otras áreas dentro de EE. UU., están siendo devastadas. Esto es un esfuerzo coordinado por parte de otras naciones y, por lo tanto, una amenaza para la seguridad nacional. Además de todo lo demás, ¡es también un asunto de mensajes y propaganda!
Por lo tanto, estoy autorizando al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de Estados Unidos a comenzar de inmediato el proceso para imponer un arancel del 100% a todas las películas que ingresen a nuestro país y que hayan sido producidas en tierras extranjeras. ¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN AMÉRICA, OTRA VEZ!
Aunque el comunicado no detalla cómo se aplicarán los aranceles si sobre los derechos de distribución, la taquilla o las licencias, la implicación para el anime es directa, a diferencia de las producciones hollywoodenses, que a veces se filman en el extranjero, pero tienen un pie en EE. UU. La mayoría de los animes se realizan íntegramente en Asia, las empresas estadounidenses que exhiben anime deben comprar licencias a comités de producción japoneses y asumir los costos de localización, marketing y distribución.

Un impuesto del 100% encarecería notablemente este proceso, lo que podría reducir la cantidad de estrenos o encarecer las entradas para el público, la medida impactaría a empresas como Crunchyroll, GKIDS, Aniplex of America y Fathom Events, que han fortalecido sus operaciones teatrales debido al crecimiento explosivo del anime en el mercado occidental. Tan solo en 2023, películas como Suzume, The First Slam Dunk y Blue Giant gozaron de estrenos exitosos en cines estadounidenses, generando millones de dólares en ingresos.
Además, Demon Slayer: Infinity Castle y DAN DA DAN: Evil Eye son estrenos anticipados en salas norteamericanas y la imposición de aranceles podría reducir estos estrenos, encarecer las entradas o hacer que algunas películas ni siquiera lleguen al país con eventos y festivales como el Ghibli Fest de GKIDS programados para mayo. Más allá del anime, la medida tendría implicaciones en toda la industria audiovisual, Hollywood depende cada vez más de estudios de efectos visuales y posproducción ubicados en Canadá, Reino Unido, Corea del Sur y otros países.
También existen coproducciones transnacionales con plataformas como Netflix, Amazon y Disney, que podrían verse afectadas si el arancel se aplica de forma amplia y rígida, el movimiento también se da en un contexto de tensión comercial, China. Por ejemplo, ya respondió a los aranceles previos de Trump limitando la cantidad de películas estadounidenses que se pueden importar, en 2024, China solo importó 42 películas de EE. UU., y su administración advirtió que seguirán, reduciendo moderadamente esa cifra.

Si otros países aplican medidas similares en represalia, la industria del entretenimiento estadounidense podría quedar atrapada en una guerra comercial cultural, algunos expertos consideran que esta política proteccionista es parte de la estrategia electoral de Trump para atraer a sectores industriales y conservadores que ven con desconfianza la globalización cultural. No obstante, también advierten que el impacto podría ser contraproducente para los consumidores estadounidenses, que perderían acceso a una oferta internacional cada vez más popular.
Si bien el objetivo de Trump es fomentar las producciones nacionales, la imposición de aranceles a películas extranjeras podría tener efectos adversos para la diversidad cultural en las salas de cine de EE. UU., así como para la industria del anime, cuya popularidad no ha dejado de crecer. Con esta imposición de nuevos aranceles, el destino del anime en Estados Unidos podría quedar atado a decisiones políticas y económicas más amplias.
