La llegada de Metal Gear Solid Delta: Snake Eater es uno de los lanzamientos más esperados del año. Sin embargo, la emoción de los fans se vio opacada luego de que Digital Foundry publicara un análisis técnico. Este análisis reveló que el remake del clásico de 2004 corre peor en PS5 Pro que en el modelo base de PlayStation 5.
Un remake esperado que tropieza en lo técnico
El dato tomó por sorpresa a la comunidad, ya que la consola de Sony había sido presentada como una versión mejorada. Se esperaba que garantizara mayor estabilidad de cuadros por segundo y mayor resolución. También se pensaba que aprovecharía tecnologías exclusivas como el PSSR (PlayStation Spectral Super Resolution). Este sistema de escalado por IA está diseñado para competir con técnicas como el DLSS de Nvidia. En este contexto, el impacto sobre un título icónico como Metal Gear es significativo.
Konami reconstruyó Snake Eater desde cero en Unreal Engine 5. Su objetivo era actualizar el clásico de Hideo Kojima con gráficos de última generación. Se querían entornos más detallados y una experiencia de sigilo adaptada a los estándares actuales. Desde los primeros tráilers, el proyecto se presentó como un homenaje fiel pero renovado. Pretendía combinar nostalgia y espectacularidad visual, en línea con otros títulos de Metal Gear.
Sin embargo, el motor de Epic Games, si bien ha sido la base de juegos visualmente impresionantes, también ha arrastrado una reputación problemática. Esto incluye stuttering, caídas de FPS, consumo excesivo de recursos y problemas de frame pacing. Los fans esperaban que Konami optimizara al máximo el remake, sobre todo en el hardware más potente disponible, especialmente tratándose de una serie tan emblemática como Metal Gear.
Metal Gear Solid: PS5 Pro se queda atrás del modelo base
El análisis de Digital Foundry reveló que, en la práctica, la versión de PS5 Pro llega a presentar caídas por debajo de los 60 FPS en zonas clave, lo cual afectó negativamente la experiencia de jugar a Metal Gear. Por ejemplo, el aterrizaje inicial en la jungla. Mientras tanto, el modelo base logra mantener mejor estabilidad. En un recorrido de prueba estandarizado, la consola estándar llegó a tener hasta 7 FPS más que la supuesta versión “mejorada”.
El problema no termina ahí: la edición de PS5 Pro elimina la posibilidad de alternar entre modos de rendimiento o calidad. Esto deja a los jugadores sin opciones para priorizar fluidez o resolución. La experiencia queda atada a un solo ajuste que, irónicamente, rinde peor que en la máquina anterior, un detalle decepcionante considerando la importancia de la serie Metal Gear.
El PSSR no convence
Uno de los puntos más decepcionantes del nuevo Metal Gear fue el comportamiento del PSSR, la tecnología de escalado por IA de Sony. En teoría, debía mejorar la nitidez de la imagen al tiempo que mantenía altos los cuadros por segundo. No obstante, Digital Foundry encontró que, en ocasiones, la consola trabajaba con resoluciones tan bajas como 756p antes de la reconstrucción. Esto generaba imágenes borrosas, con más parpadeos y artefactos gráficos que en el PS5 base.
Los expertos también reportaron brillo excesivo en sombras, oclusión ambiental más gruesa y un efecto de shimmer más notorio. Esto sucedía sobre todo en áreas abiertas y con vegetación abundante. Aunque en interiores cerrados la consola lograba recuperar algunos cuadros extra, el balance general seguía inclinándose a favor del PS5 estándar. Estos problemas técnicos afectan directamente la recepción de Metal Gear por parte de los fans exigentes.
Frustración y memes en la comunidad
Como era de esperarse, las críticas hacia el nuevo Metal Gear se multiplicaron en redes sociales y foros especializados. En Reddit, un jugador comentó con ironía: “Otro juego retrasado que llega en mal estado”. Otro señaló con humor: “Kojima debe estar frotándose las manos en algún lugar”, en referencia a la separación de Konami. El contraste con la fluidez mostrada por Death Stranding 2, exclusivo de PlayStation, fue también mencionado.
Las comparaciones con otros motores no tardaron en aparecer. Un usuario escribió: “Mientras tanto, Death Stranding 2 luce y corre como un sueño en mi PS5 base… Unreal Engine 5 vs Decima”, aludiendo al motor gráfico desarrollado por Guerrilla Games y utilizado por Kojima Productions. La comparación resaltó el legado de Metal Gear en la industria de los videojuegos.
Metal Gear Solid Delta: Lo que viene para el lanzamiento
A pesar de la preocupación, aún existe margen para que Konami corrija el rumbo. Metal Gear Solid Delta: Snake Eater tiene programado su lanzamiento el 28 de agosto. Saldrá para PS5, PS5 Pro y Xbox Series X|S. Esto deja abierta la posibilidad de que un parche de día uno aborde los problemas de rendimiento, lo cual podría ser una solución necesaria dada la importancia de la franquicia Metal Gear.
De momento, el panorama genera dudas entre quienes esperaban aprovechar al máximo su recién estrenada PS5 Pro. Para un título de la talla de Metal Gear, con tanta historia detrás y con una base de fans tan exigente, lo mínimo que se espera es que la versión “mejorada” realmente supere a la estándar.
El debate sobre Metal Gear ahora gira en torno a si estos problemas son un síntoma de las limitaciones del Unreal Engine 5 en consolas. O si se trata simplemente de una falta de optimización por parte de Konami, algo que podría solucionarse con actualizaciones posteriores.
Lo cierto es que, por ahora, el esperado regreso de Snake y Metal Gear se ha convertido en otro ejemplo. Muestra cómo las promesas de hardware más potente no siempre garantizan la mejor experiencia.