La campaña Stop Killing Games ha superado el millón de firmas en su cruzada por preservar los videojuegos frente al inminente avance del modelo digital. Sin embargo, aún no hay nada ganado. La iniciativa ciudadana, encabezada por el creador Ross Scott, alcanzó ayer, 3 de julio, este importante hito. Así, se convirtió en una de las peticiones más destacadas en la historia del gaming. Sin embargo, los desafíos técnicos y legales amenazan con entorpecer el proceso.
Un millón… ¿de firmas válidas?
Aunque el movimiento celebró inicialmente la cifra, Ross Scott advirtió que la campaña Stop Killing Games podría enfrentar problemas. Esto podría ocurrir si muchas de las firmas no son válidas debido a errores en el llenado o a intentos de suplantación. “Este no es un formulario de Change.org. Esto es un proceso gubernamental. Falsificar firmas es un delito”, enfatizó Scott en un video reciente. Además, señaló que la Comisión Europea verificará cada firma y podría remitir los casos sospechosos a Europol o Interpol.
Por ello, la meta ahora es ambiciosa: 1.4 millones de firmas antes del 31 de julio, para compensar los registros inválidos. Esto asegurará el cumplimiento del umbral legal requerido para que la iniciativa avance formalmente en la Unión Europea.
Stop Killing Games: Una respuesta a la desaparición de juegos
Stop Killing Games nació en abril de 2024 tras el anuncio de Ubisoft de cerrar The Crew, su popular juego de carreras. Desde entonces, la causa ha cobrado fuerza como un esfuerzo por garantizar. Así, tanto títulos multijugador como de un solo jugador —Anthem, Death Stranding, Dark Souls, entre otros— puedan seguir siendo jugables incluso si los servidores oficiales se apagan o las empresas retiran su soporte.
El objetivo es claro: preservar la obra de los desarrolladores y proteger el derecho de los consumidores a acceder a los juegos que ya han comprado, como lo plantea Stop Killing Games.
El impulso reciente llegó gracias al respaldo de grandes creadores de contenido como Jacksepticeye, Cr1TiKaL y Ludwig. Ellos difundieron la campaña luego de que Scott publicara un video titulado “The End of Stop Killing Games”, donde lamentaba la falta de apoyo. Desde entonces, la firma de nuevas personas ha crecido exponencialmente. Esto revitalizó el movimiento justo cuando parecía condenado a desaparecer.
¿Qué pasará si logran las 1.4 millones de firmas?
De lograrlo, la Comisión Europea estaría obligada a considerar una legislación que garantice derechos de conservación y propiedad digital para los videojuegos, una postura que Stop Killing Games ha promovido arduamente. Para Scott y sus seguidores, esto significaría un cambio estructural en la forma en que la industria trata los juegos digitales. Pasarían de un modelo efímero a uno donde comprar un juego signifique poder jugarlo, siempre.
Para más información o firmar la petición abierta, puedes dar clic aquí.
“Si logramos pasar el umbral de firmas, hay una muy buena posibilidad de que la Comisión Europea apruebe una ley que proteja los derechos de los consumidores y fortalezca la preservación de videojuegos”, declaró Scott en el sitio oficial del movimiento.