
La firma de investigación financiera Teikoku Databank publicó una investigación de la industria delanimé el 10 de agosto e informó que la industria registró un récord de ingresos de 20371 mil millones de yenes (aproximadamente $ 1,8 mil millones de dolares) en 2017. Los ingresos totales aumentaron un 39,6% durante el año -años, continuando una tendencia positiva de tres años. La ganancia real vio un aumento del 54.9%.
Teikoku Databank reunió datos de 255 compañías dedicadas a la producción de anime en julio del 2018. Alrededor del 90% de las empresas se encontraban en Tokio y 150 se establecieron después del año 2000.
Por primera vez en siete años, el promedio por estudio alcanzó los 800 millones de yenes. Este promedio alcanzó su punto máximo en 2007 con 1.175 millones de yenes, pero durante varios años ha estado en declive debido al aumento del gasto en el proceso creativo y la subcontratación de la producción de anime.
Mientras que el ingreso promedio era de más de 800 millones, 82 estudios tenían ingresos de menos de 100 millones de yenes, y 72 tenían ingresos entre 100 y 300 millones de yenes. Muchos de los estudios son muy pequeños; 86 empresas tenían cinco empleados o menos, 83 tenían entre 6-20 empleados, y 51 tenían entre 21y 50. (En general, el 94,5% de las empresas tenían menos de 100 empleados).
Los estudios que son contratistas principales o subcontratistas principales tenían un ingreso promedio de 1,65 billones de yenes, mientras que los estudios especializados tenían un ingreso promedio de 273 millones de yenes. Ambos totales se incrementaron en 2017. Teikoku Databank atribuyó el aumento de los ingresos del contratista principal a la transmisión de video y los aranceles de licencia de los comités de producción. Por otro lado, la feroz competencia entre los estudios más pequeños ha llevado a una disminución en el costo del trabajo de cada estudio y un aumento en la cantidad de trabajo realizado, a pesar del pequeño personal.
Teikoku Databank señaló que cuatro de las compañías que estudió se declararon en bancarrota en 2017, dos cesaron sus operaciones y dos fueron disueltas. Este total de seis compañías que cierran es el tercero más alto en la historia, después de 2010, cuando ocho compañías cerraron, y 2009 y 2011, cuando cerraron siete compañías.